¿Has llegado a sentir fuertes dolores en los pies, pantorrillas y muslos después de caminar largas distancias? Son síntomas muy normales de una patología igual de común. En Dr. George te explicamos qué significa tener los pies planos y cómo es que se puede tratar para que disfrutes de los largos caminos y sus beneficios a la salud.
Un pie plano significa tener un descenso en la bóveda plantar, aquella curvatura en el centro del empeine. Se da cuando éste arco está más recto de lo habitual, es decir, el eje del pie cae hacia dentro, hacia el dedo gordo.
Este tipo de patología puede ser clasificado como sintomático o asintomático. El pie plano sintomático presenta síntomas como dolor y limitación de la actividad, en tanto que el pie plano asintomático no muestra síntomas. Estas clasificaciones pueden ayudar a un médico especialista en pie y tobillo a determinar un plan de tratamiento apropiado.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
Además del aspecto característico que tiene un pie plano, quienes sufren de esta patología también suelen sufrir de los siguientes síntomas:
- Dolor en la musculatura de la zona interna de la pierna: al estar forzando el trabajo de los músculos del pie, debido a que cae hacia dentro, se produce tendinitis y aparece el dolor.
- Dolor en el dorso al hundirse el pie: los huesos en la zona dorsal arriba se pellizcan y se producen picos artrósicos.
- Inclinación del talón hacia afuera
- Torpeza o cambios en la forma de caminar
¿Qué es lo que lo causa?
Como dato curioso: todos nacemos con los pies planos. Lo normal es nacer con pies planos flexibles y que, con el tiempo y mientras crecemos, se corrija. Sin embargo, como también es un problema que pueden desarrollar los adultos, estos son algunos de los causantes:
- Herencia genética: Se le conoce como pie plano idiopático, el cual se presenta durante la infancia y perdura hasta la adultez. Por lo general no presenta dolor y generalmente el flexible.
- Insuficiencia del tendón tibial posterior: Este tendón tiene entre sus funciones sostener la bóveda plantar, así como también lo hacen las estructuras de la zona interna del tobillo y la zona media del pie. Si estas estructuras reciben una carga excesiva, pueden llegar a estirarse y dejar de cumplir esta función.
- Coalición tarsal: La unión de dos o más huesos del pie, lo que podría provocar un descenso del arco plantar.
- Patologías asociadas, como por ejemplo: Artritis inflamatorias, artrosis, enfermedad de Charcot, enfermedades neuromusculares, etc.
Tratamientos:
En los niños es muy importante hacer un diagnóstico temprano, ya que se puede corregir con ejercicios, pero a partir de los cuatro años quizá sea necesario implementar plantillas personalizadas en el calzado para cambiar los ejes de alineación de sus pies. En otros casos, se puede considerar la operación. En el caso de los adultos es muy importante utilizar una buena plantilla personalizada que minimice las consecuencias del pie plano.
Cualquiera de estos tratamientos debe estar acompañado de ejercicios de estiramiento. En el caso de considerar la operación, se debe hacer un estudio biomecánico de la pisada y valorar todas las posibilidades.
Recuerda que el cuidado de cualquier patología en los pies debe ser atendida por un podólogo para así asegurar un tratamiento oportuno. Te invitamos a que te acerques a Dr. George con cualquier duda que tengas sobre tus pies, nosotros contamos con el personal y las herramientas necesarias para hacer de tu caminar un placer.