El invierno no solamente trae problemas respiratorios y resequedad en nuestra piel, es cuando aumenta la incidencia de micosis en los pies debido a los altos niveles de humedad y la cantidad de capas de ropa que utilizamos, ya que en vez de las sandalias o zapatos ligeros, ahora los rodeamos de medias gruesas, calcetines de lana, botas y tenis. Esto hace que pase desapercibida la micosis y sin darnos cuenta la infección va creciendo.

Cuando llega el frío nuestros pies merecen nuestra atención tanto como lo es en verano, por lo que nunca debemos de dejarlos desatendidos. Aunque la dermatomicosis es una afección que perjudica en mayor medida en verano, las bajas temperaturas provoca sudoración excesiva gracias al calzado oclusivo que utilizamos, por lo que suele aparecer el mal olor, áreas blanquecinas, maceradas y con descamación en los espacios entre los dedos y en casos más graves, con fisuras en su fondo. Estas lesiones suelen evolucionar hasta pústulas y vesículas que posteriormente se extienden hacia la planta del pie y la cara lateral de los dedos, pudiendo llegar a afectar a toda su superficie.

Nuestro cuerpo es una cadena que empieza en los pies, donde una enfermedad tan contagiosa como la dermatomicosis (hongos en los pies) genera una patología que puede dañar toda nuestra superficie cutánea, en especial pliegues cubiertos donde se puede generar humedad como axilas, manos, ingles y cuero cabelludo, por lo que es de suma importancia mantenerse al tanto de cualquier tipo de afección que aparezca en nuestros pies en esta época invernal.

La mejor manera de evitar la dermatomicosis es la prevención, por lo que en Dr. George te recomendamos varios puntos para librarse del contagio:

  • Mantener una buena higiene corporal.
  • No intercambiar calzado, toallas ni calcetines con otras personas y lavarla adecuadamente.
  • No usar calzado ajustado hecho de materiales sintéticos poco transpirables.
  • Es conveniente el uso de calcetines que permitan la transpiración y evitan una sudación excesiva de los pies.
  • En algunos lugares públicos, como spa, vestidores o baños de hotel, utilizar sandalias al bañarse.
  • Secar completamente entre los dedos de los pies.
  • Aplicar crema en el espacio interdigital después de secarse los pies, porque esto ayuda a mantener la piel flexible y en correcto estado de hidratación, haciéndola más resistente a las infecciones por micosis. La crema tiene que absorberse antes de colocar el calcetín y el calzado.
  • Evitar andar descalzo en lugares públicos y sobre alfombras.
  • Los animales domésticos pueden actuar como reservorio y agentes transmisores de hongos, por lo que las mascotas deben ir a revisiones periódicas y aplicar un tratamiento adecuado para evitar que sean transmisores de infecciones por hongo a humanos.
  • Desinfectar y curar adecuadamente cualquier herida que aparezca, en especial si se es diabético.

Si notas que ya padeces algún tipo de micosis, acude a tu especialista para una revisión, el tratamiento puede ser muy sencillo por medio de fármacos tópicos, pero tu podólogo deberá recomendarte la dosis idónea para evitar otras lesiones, no te automediques con tratamientos comerciales aunque los avalen personalidades de la TV en los medios de comunicación.

En invierno, nuestros pies se esconden debajo de varias capas de ropa, pero ello no puede hacer que nos olvidemos de su cuidado. Por tu bien es necesario no dejar su salud en manos de personas no especializadas, ya que cualquier patología debe ser tratada por el profesional médico adecuado. Solicita tu cita en cualquier sucursal de Dr. George, en donde ponemos a tu disposición una amplia gama de tratamientos para éste y muchos otros padecimientos. Te esperamos.

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